La Navidad no es simplemente una solemnidad sino un verdadero tiempo litúrgico que se concentra en la contemplación del «Dios con nosotros». La solemnidad inicial de la Navidad lleva a una mirada detenida del «niño que se nos ha dado» y la liturgia se destaca por la alegría y el regocijo que produce su presencia. La fiesta de la Epifanía completa la consideración de este Misterio que no queda reservado a los confines de Israel ni a los límites del mesianismo temporal de Jesús. Ese niño es «luz par alumbrar a las naciones» y es el Dios verdadero que los magos de Oriente adoran, y el Padre confirma con la unción espiritual en el bautismo del río Jordán.
Conozcamos algunos de los programas con los horarios de Novena y Misas de Navidad en las diferentes Iglesias de nuestra Arquidiócesis.




