Querido Señor Jesús, que eres tan bueno y nos quieres tanto, que te hiciste niño como nosotros para que pudiésemos hablar contigo… Hoy te queremos agradecer: Por ser sanos, fuertes y buenos como tú… Por darnos la fuerza cuando estamos tristes, enfermos o decaídos…Por el mundo en que vivimos tan llenos de hermosos animales y plantas… de playas y montañas…