La indulgencia de la Porciúncula tiene su origen en unas de sus distintas apariciones.
Durante el verano de 1216, el Señor, por intercesión de María, le concedió que «todos los contritos y confesados que visitaran la capilla de Santa María de los Ángeles, ganen la santa Indulgencia y obtengan el perdón de todos sus pecados».
Los esperamos este sábado 2 de agosto en la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles y la Porciúncula.