Origen y sentido de la peregrinación
La peregrinación de la Custodia Eucarística, Icono y Relicario de los amigos de Dios: José Gabriel del Rosario Brochero, María del Tránsito de Jesús Sacramentado Cabanillas y Mamerto de la Ascensión Esquiú, nace en tiempo de pandemia 2020, cuando se pide por la Argentina, y surge entre los devotos, un deseo de que todos los argentinos nos unamos en oración por esta causa: Por una nueva Argentina, y por el deseo de vivir el camino de la santidad. Sólo en oración y en fe y esperanza se puede concebir este deseo. Así surgió en medio de unos Ejercicios Espirituales acompañados a las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, que fundara la primera Beata argentina, Madre Cabanillas.
Estos tres argentinos han sido un signo de amor a la patria, de una entrega revolucionaria y un dinamismo interior que lo han realizado en medio de la sociedad y de una historia, por una nueva nación argentina: El cura Brochero en la misión, Madre Tránsito en la misericordia y el obispo Esquiú en la entrega.
Es así que quienes tenían fervor al cura gaucho, a esta monja cordobesa y al obispo franciscano, se pusieron a entretejer historias y devociones para que pudiéramos tocar sus mismos deseos y sentimientos, para luchar por un mundo mejor y para que la oración nos acompañe en nuestro caminar. Y la oración se vuelva misión en lo cotidiano.
“El verdadero peregrino es capaz de andar al paso de la persona más lenta. Y Jesús es capaz de esto. Jesús es nuestro compañero de peregrinación. Respeta nuestra situación, no acelera el paso. Es el Señor de la paciencia” (Papa Francisco, Twitter 25 julio 2020).
Sentimos que estos tres santos, que caminaron por nuestro suelo, siguen teniendo la esperanza viva de caminar a nuestro lado, hacerse compañeros de camino, y por eso no queremos apagar el fuego de este deseo interior.
Tal vez nos preguntemos:
¿Por qué estos tres santos y no otros?

Porque surgió entre los devotos, quienes oraron para que esto se diera, y de esta manera, entre todos conocer y amar la vida y obra que cada uno de ellos hicieron, con signos concretos de amor y de fe que distinguieron a estos argentinos que compartieron nuestro camino casi contemporáneamente para cumplir un sueño: la revolución del amor por nuestra nación argentina.
¿Por qué un icono?
Porque el icono se le considera una ventana al cielo; es decir, no nos quedamos con la imagen sino con lo que ella representa, a donde ella nos lleva. No hacemos adoración, pues esa sólo se le debe a Dios, hacemos veneración ante lo sagrado que la imagen representa.
Este icono de los tres argentinos, nos eleva a la adoración de la Eucaristía que es el centro y el motor de la vida de estos cristianos. Por eso el icono se transforma en una custodia Eucarística, donde los que adoran y veneran a la Eucaristía, descubren como el sol que ilumina sus vidas y sus acciones.
El escritor de este icono, se ha convertido en un instrumento, pidiéndole a estos Santos que están representados, que guíen sus manos.
El autor es Emmanuel Cusnaider, un mendocino que en medio de la oración y la plegaria ha dejado plasmada, con la técnica propia del icono, la obra maravillosa que peregrina por
nuestro suelo argentino, al alcance de tantos que al contemplarla irán descubriendo el amor a Jesús Eucaristía y pedirán por nuestra patria, por sus necesidades, por la verdad y la justicia, por sus gobernantes y todos los ciudadanos.
¿Por qué custodia Eucarística?
La Custodia u Ostentorio es el Recipiente Sagrado donde se expone la Hostia Consagrada para la adoración de los fieles. En la Custodia está plasmado el origen de nuestra Eucaristía desde los tiempos de las Catacumbas en que los cristianos perseguidos guardaban en sus casas con adorante amor la Sagrada Eucaristía.
Es de noble madera, estacionada y puesta para la elaboración de este mismo icono que en su parte superior podrá colocarse la Eucaristía, al Cristo Vivo que es el Cordero de Dios, para que nuestra mirada se alce a lo más alto.
El lugar donde se coloca la Eucaristía es como el lugar del sol. Toda la iconografía asciende hacia ese lugar, y se eleva como plegaria hacia el Cielo.
¿Por qué relicario?
Este icono que nos lleva a la Eucaristía y a la oración, contiene a sus pies, la base donde guarda las reliquias para exponerlas a la veneración de los fieles.
Las reliquias que se contienen allí, son parte de los huesos de cada uno de estos testigos de la fe, donde es considerada la presencia materializada de lo sagrado y quieren ofrecer testimonio de su santidad. Son reliquias de primer grado, porque son parte de su cuerpo.
Respecto a los orígenes de la veneración de las reliquias se remonta al siglo II cuando los cristianos recuperaban los restos de los mártires, quienes habían sido discípulos fieles de Cristo.
La Biblia “enseña que Dios actúa a través de ellas, especialmente en los términos de sanación” y resaltó que algunos de estos sucesos se encuentran narrados en 2 Re 13, 20-21; Mt 9, 20-22; Hch 5, 15 y Hch 19, 11-12.


Motivación de la peregrinación
Un verdadero devocional para aumentar nuestra fe, para ser testigos del amor de Dios manifestado en la vida y las obras de esos cristianos, y para seguir peregrinando junto a ellos a vivir una nueva experiencia de fe para nuestro pueblo argentino.
Queremos ser peregrinos a pie descalzo, como ante la presencia icónica de la zarza ardiente que contempló Moisés, descubriendo en el centro de nuestra vida cristiana al Señor de los señores, al Rey de los reyes, al Señor de la historia que se hace peregrino a través de los santos y que nos dejan un nuevo impulso evangelizador para que entre todos podamos construir una patria de hermanos.
La fe necesita hoy volver a lo esencial, al mensaje kerigmático, y a una vida testimoniada como lo hicieron estos hombres consagrados a vivir el camino de Jesús. Por eso, estos amigos de Jesús y de los hombres nos enseñan a vivir un tiempo histórico renovado, con esa fe que es atracción y comunicación, que es vivencia y testimonio y que se pueda dar en una comunicación afectiva. Estos tres amigos, vivieron el Evangelio, contemplaron el misterio infinito que los atraía y fueron capaces de salir a la calle para gastar sus manos y sus pies con el
prójimo. Aprendieron constantemente que la vida se hace vida cuando se ama a Dios y al prójimo.
Que esto motive a nuestro pueblo argentino a conocer, amar y vivir nuestra historia de fe en los hombres y mujeres que plasmaron un camino de Evangelio.
Objetivos propios de la peregrinación
 Orar por nuestro pueblo argentino, una red que entreteje nuestras distintas situaciones humanas, nuestros distintos anhelos por vivir mejor, un deseo de poder alcanzar el camino de la santidad, en el ejemplo de quienes se entregaron por la causa justa del amor.
 Dar a conocer la vida y obra de estos amigos de Jesús, que construyeron una vida nueva en donde el Señor los plantó.
 Sentir el deseo de vivir una fe más orada y entregada en nuestra vida cotidiana.
 Acompañar las distintas situaciones de los argentinos para que seamos constructores de un pueblo nuevo, sembrando un mundo distinto, porque creemos en el Amor.  Unirnos a la preparación del jubileo 2025: “un verdadero acontecimiento eclesial capaz de sostener la fe y ser un estímulo para la evangelización”
Conocimiento del lema
“Sed, Santos porque, Yo el Señor su Dios, soy Santo” es el lema elegido para este acontecimiento para expresar la necesidad de estar en verdadera comunión con el caminar de toda la Iglesia, ante este jubileo que se avecina.
Queremos dar sentido al presente, a través de un impulso que llevó a estos santos a andar, caminar, recorrer, peregrinar, y así pueda ser un verdadero impulso hacia el futuro para reconocer y responder a los diversos desafíos que plantea el tiempo.
Deseamos recorres pueblo y ciudades, campos, montañas y valles, desde el norte hasta el sur y de un extremo del sol naciente hasta el ocaso.
Sentido del logo
Todos los círculos son concéntricos, y van hacia el centro que es el sol: la Eucaristía.
Los colores son los de la bandera argentina, símbolo de nuestra patria. Y aparecen cercanos al sol, tres estrellas que simbolizan a estos tres santos, y en el otro costado la huella de un pie descalzo, como un signo de la bandera también.
Somos peregrinos, caminantes, dejamos huellas como lo hicieron estos consagrados, nos animamos a vivir en torno al centro de la vida cristiana que es la Eucaristía y compartimos un mismo deseo: desde la esperanza una Argentina mejor.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *