Primer Obispo nacido en Salta
1841-1914
En un día como hoy, 31 de agosto de 1841 nacía Monseñor Matías Linares y Sanzetenea , quien alcanzó la dignidad de Obispo.
Fue hijo de don Mariano Linares y de doña Faustina Sanzetenea. Se ordenó sacerdote el 1 de enero de 1865. Era Doctor en Sagrada Teología. Desde su juventud estuvo destinado al servicio de Dios bajo las bóvedas del Santuario del Señor del Milagro y de su Santísima Madre, ocupando todos los grados de las capellanías y de las canonjías de la Catedral hasta llegar a ser su Venerable Deán. En esta función donó las dos monumentales estatuas de San Felipe y Santiago que desde el año 1892 adornan nuestra Catedral. Era un sacerdote humilde, piadoso y caritativo.
Fue Provicario y Vicario General del Obispado de Salta.
Fue investido Obispo de Salta por breve del Papa León XIII del 8 de febrero de 1898, lo presentó al Cabildo Eclesiástico el 3 de mayo siguiente. Tomó posesión el 7 de mayo. Fue consagrado por Monseñor Uladislao Castellano, Arzobispo de Buenos Aires y como co-consagrantes Monseñor Pablo Padilla y Bárcena y Monseñor Rosendo de la Lastra y Gordillo.
Se caracterizó por su sencillez y amor a los sectores sociales más desprotegidos. Gracias a su gestión la Orden Salesiana llegó a Salta , ya que le urgía contar en la diócesis con instituciones que brindaran una mejor perspectiva de vida a los grupos sociales que hasta entonces parecían condenados al abandono, sin descuidar, el crecimiento religioso y espiritual.
Otro logro fue el arribo de los primeros canónigos regulares lateranenses, quienes fundaron el Colegio Belgrano, el cual comenzó a funcionar con grados primarios en 1900. A ellos se sumaron los Padres de la Congregación del Verbo Divino que se hicieron cargo del Seminario Diocesano.
Monseñor Linares y Sanzetenea promovió, como testimonios de fe del pueblo salteño en la entrada del siglo XX, la Coronación de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro
El 23 de julio de 1899 obtenía del Papa la aprobación para coronación de los Santos Patronos, ceremonia que se llevó a cabo el 13 de setiembre de 1902, con la presencia de todos los obispos diocesanos de la Iglesia en la Argentina.
En esa oportunidad tuvo lugar el Primer Congreso Episcopal Argentino realizado en Salta a instancias de Monseñor Linares y Sanzetenea
Otra preocupación del obispo fue el emplazamiento del Cristo Redentor en la cumbre del cerro San Bernardo.
Su afán de despojamiento y su abnegación fueron ejemplares; no sólo donó los bienes que poseía a la Iglesia y a sus instituciones, sino que se imponía privaciones, disponiendo del presupuesto destinado a su subsistencia para fines caritativos.
A comienzos de 1914, con la salud resentida, partió a Buenos Aires, ciudad en la que murió el 21 de abril de ese año. Sus restos fueron traídos a Salta y sepultados en la Iglesia Catedral en medio de la congoja del pueblo salteño, que lloró largamente a su pastor, el primero nacido en la provincia.
El Arzobispado de Salta dispone de estampas que se entregan para su difusión y que conmemoran los 180 años del natalicio de este ejemplar Obispo.