(Mons. Dante Bernacki)
- Señal de la Cruz
Señor Jesús, queremos acompañarte en el camino de la Cruz. Quizá no te hemos comprendido cuando Tú lo recorriste por nosotros, pero ahora sí te comprendemos y con plena conciencia queremos seguir tus huellas, paso a paso. Vía Crucis, es Camino de la Cruz, del Calvario, pero en realidad, es el «Camino del amor».
Junto a Ti, queremos acompañar a María de los Dolores, María de la Soledad. Ella no te dejó, siguió paso a paso tu Pasión. Queremos sentirla muy cerca nuestro, sobre todo en los momentos de sufrimiento. Por su intercesión, te pedimos a Ti, Cristo, la paz para nuestra patria, y el consuelo para los que sufren.
Pedimos perdón a Dios por todos nuestros pecados: «Perdónanos Señor, por todas nuestras ofensas. Perdónanos nuestras faltas de amor a Dios y de amor al prójimo. Queremos seguirte, escuchando tu Palabra, danos la fuerza del Espíritu Santo, para ser siempre fieles al Evangelio. Amén.»
PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE.
TE ADORAMOS, CRISTO, Y TE BENDECIMOS.
PORQUE POR TU SANTA CRUZ, REDIMISTE AL MUNDO.
- Porque no te hemos querido reconocer como nuestro Dios. Señor, Ten piedad.
- Porque te hemos negado cobardemente. Cristo, Ten piedad.
- Porque, ante tu condena nos hemos lavado las manos. Señor Ten piedad.
Perdónanos Jesús, por haber dejado que te nieguen, y tantas veces haberte negado en nuestras vidas.
MADRE, LLENA DE AFLICCIÓN, DE JESUCRISTO LAS LLAGAS, GRABAD EN MI CORAZÓN.
SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS CARGA CON LA CRUZ.
- Porque pensamos que tú eras el condenado y que cargabas con el peso de tu propia condena. Señor, ten piedad.
- Porque no supimos reconocer que eran nuestras culpas las que pesaban sobre ti. Cristo, ten piedad.
- Porque con nuestros pecados, aumentamos el peso de tu Cruz. Señor, ten piedad.
Jesús, viéndote con la Cruz a cuestas, siendo tú el Inocente, comprendemos que sobre tus hombros, pesaban todas nuestras iniquidades.
BENDITA Y ALABADA SEA LA PASIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, Y LOS DOLORES DE SU SANTÍSIMA MADRE.
TERCERA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ.
- Porque no nos hemos compadecido de tu dolor en el sufrimiento de nuestros hermanos. Señor, ten piedad.
- Porque no hicimos nada por ayudarte a levantar. Cristo, ten piedad.
- Porque hemos permanecido indiferentes ante tu dolor. Señor, ten piedad.
Jesús, tu primera caída, es presagio de otras, que irán agotando tus fuerzas. En todas tú te levantas y continúas tu camino. Que aprendamos a ser perseverantes, a pesar de nuestras infidelidades.
CRISTO SE HIZO OBEDIENTE HASTA LA MUERTE, Y MUERTE DE CRUZ.
CUARTA ESTACIÓN: JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE.
- Porque no tuvimos en cuenta la aflicción de los demás. Señor, ten piedad.
- Porque no nos conmovemos ante el dolor de quienes quieren nuestro bien. Cristo, ten piedad.
- Porque no confiamos en el amparo de María en los momentos de desesperanza. Señor, ten piedad.
Jesús, esta escena conmueve aún a los corazones más duros. Que sepamos llorar nuestras culpas, recibir tu perdón, y dejarnos consolar por tu Madre.
MADRE, LLENA DE AFLICCIÓN…
QUINTA ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ.
- Porque por falta de caridad, avergonzamos a los que intentamos ayudar. Señor, ten piedad.
- Porque tender una mano al prójimo, lo tomamos como obligación. Cristo, ten piedad.
- Porque de mala gana, nos llegamos a aquellos que nos necesitan. Señor, ten piedad.
Jesús, que comprendamos que nuestro prójimo necesita de nuestra ayuda desinteresada para poder salir de su desánimo, y nos mostremos siempre alegres auxiliando a los demás.
BENDITA Y ALABADA SEA LA PASIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…
SEXTA ESTACIÓN: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS.
- Por nuestra falta de valentía para mostrar que te pertenecemos. Señor, Ten piedad.
- Por haberte negado, cuando era necesario dar testimonio de tu Nombre. Cristo, ten piedad.
- Por no haber dejado que tu rostro se imprima en nuestros corazones. Señor, ten piedad.
Jesús, que contemplando a la Verónica limpiando tu rostro, nos animemos a asistirte en los que sufren.
CRISTO, SE HIZO OBEDIENTE HASTA LA MUERTE…
SÉPTIMA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
- Porque por nuestras culpas, tuviste que caer nuevamente. Señor, ten piedad.
- Porque viéndote caído, no te tendimos una mano para ayudarte a levantar. Cristo, ten piedad.
- Por haberte abandonado, cuando nos suplicabas en el hermano afligido. Señor, ten piedad.
Jesús, que no quedemos indiferentes ante tu cansancio y dolor. Que aprendamos a ser perseverante contigo en el amor.
MADRE, LLENA DE AFLICCIÓN…
OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN.
- Porque fuimos culpables de tantas lágrimas en nuestras vidas. Señor, ten piedad.
- Porque no fuimos consuelo de los demás como tú en la Pasión lo fuiste. Cristo, ten piedad.
- Por no salir de nuestros pecados negando consuelo a tu propio Corazón. Señor, ten piedad.
Jesús, que aprendiendo de tu gesto, sepamos consolar a los demás aún en medio de nuestras preocupaciones.
BENDITA Y ALABADA SEA LA PASIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…
NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
- Por nuestra indiferencia al verte humillado y vencido. Señor, ten piedad.
- Por no ser generosos frente a aquellos que piden ayuda en su desolación. Cristo, ten piedad.
- Por sentirnos cansados en la vida, por nuestra falta de confianza en la Providencia. Señor, ten piedad.
Jesús, te vemos agotado en el camino, pero la fuerza te viene de la misericordia. Danos confianza en tu Corazón, cuando las fuerzas nos falten.
CRISTO SE HIZO OBEDIENTE HASTA LA MUERTE…
DÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.
- Por nuestra falta de compasión, no apiadándonos de quienes no tienen cómo vestirse. Señor, ten piedad.
- Por haberte desnudado cruelmente, difamando o calumniando a los demás. Cristo, ten piedad.
- Por las ofensas contra el templo del cuerpo a través de la pornografía. Señor, ten piedad.
Jesús, que descubramos en nuestra propia desnudez espiritual, el dolor moral que sentiste al verte expuesto desnudo y llagado frente a quienes te torturaban.
MADRE, LLENA DE AFLICCIÓN…
DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CRUCIFICADO.
- Porque te abandonamos en el momento en que más nos necesitabas. Señor, ten piedad.
- Porque con nuestros pecados avivamos el dolor de tus heridas. Cristo, ten piedad.
- Por el apego a las cosas que nos apartan de Ti, que nos lleva a crucificarte de nuevo. Señor, ten piedad.
Jesús, por las llagas de tu crucifixión, ten piedad del mundo atribulado. Que tu Sangre salvadora, se derrame redimiendo a quienes no te conocen.
BENDITA Y ALABADA SEA LA PASIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…
DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ.
- Porque no dejamos que tu Sangre redentora nos purifique. Señor, ten piedad.
- Porque en la cima del Calvario, te dejamos morir abandonado de todos. Cristo, ten piedad.
- Por no confiar en la inmensidad misericordiosa de tu perdón. Señor, ten piedad.
Jesús, por tu muerte en la Cruz, te pedimos que nos hagas experimentar en nuestras vidas lo grandioso de tu amor.
CRISTO SE HIZO OBEDIENTE HASTA LA MUERTE…
DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ.
- Por no compadecernos del sufrimiento y la soledad de la Madre Dolorosa. Señor, ten piedad.
- Por haber permanecido indiferentes ante el corazón deshecho de hermanos sufrientes. Cristo, ten piedad.
- Por no haber consolado a aquellos que lo necesitaban en los momentos de aflicción. Señor, ten piedad.
Jesús, por tu Madre Dolorosa, te pedimos la gracia de abrir nuestros corazones en la caridad a aquellos que precisan de nuestra presencia.
MADRE, LLENA DE AFLICCIÓN…
DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN: EL CUERPO DE JESÚS ES COLOCADO EN UN SEPULCRO.
- Por nuestras faltas de fe en la Vida Eterna. Señor, ten piedad.
- Por nuestras faltas de esperanza en las promesas de tu Resurrección. Cristo, ten piedad.
- Por olvidarnos con frecuencia de orar y ofrecer por nuestros fieles difuntos. Señor, ten piedad.
Jesús, que ante la muerte, confiemos en la Vida eterna que nos viniste a traer con tu Muerte, y que vivamos con la esperanza puesta en el día de la Resurrección.
BENDITA Y ALABADA SEA LA PASIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…
DÉCIMA QUINTA ESTACIÓN: RESURRECCIÓN GLORIOSA DE JESÚS.
En tus llagas gloriosas. Te alabamos Señor.
En tu obediencia incondicional. Te alabamos Señor.
En tu amor infinito. Te alabamos Señor.
En tu Ascensión al cielo. Te alabamos Señor.
En tu gloria junto al Padre. Te alabamos Señor.
En la efusión del Espíritu Santo. Te alabamos Señor.
En la obra de tu Iglesia. Te alabamos Señor.
Por tu presencia hasta el fin del mundo. Te alabamos Señor.
Queremos terminar este recorrido, pidiendo al Señor que nos bendiga a todos, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.